El homicidio imprudente en el Código Penal

Avatar de David Macias Gonzalez

David Macias Gonzalez

El homicidio imprudente en el Código Penal

A diario se producen situaciones en las que el autor no tiene voluntad de matar, pero se produce el resultado de muerte. Es importante diferenciar el resultado y las consecuencias.

El homicidio imprudente en el Código Penal

El homicidio imprudente tiene lugar cuando el agresor mata a otra persona sin tener voluntad de causar la muerte pero mediando culpa o imprudencia por su parte

El homicidio imprudente es el más “leve” de los delitos de homicidio (dentro de su propia gravedad) previstos por la legislación penal.

Está regulado en el artículo 142 del Código Penal y tiene lugar cuando el agresor mata a otra persona sin tener conocimiento y voluntad de causar la muerte, es decir, sin existir dolo de matar pero mediando culpa o imprudencia por parte del actor. El investigado actúa sin atender a las normas de cautela o la diligencia que le es exigible a cualquier ciudadano.

El ejemplo más habitual de homicidio imprudente es el caso en que se produce un accidente de tráfico en el que el conductor atropella a un peatón por estar distraído con el móvil, y a causa de ello el peatón acaba falleciendo.

En todo caso, es necesario que exista una relación de causalidad entre el resultado de muerte y la falta de diligencia del agresor, de forma que si el sujeto activo hubiera actuado con el cuidado mínimo que le es exigible, el resultado de muerte no se hubiera producido.

Homicidio imprudente. Penas

“El Código Penal distingue diferentes tipos de homicidio imprudente en función de la gravedad de la imprudencia”

La gravedad de la pena por homicidio imprudente dependerá del grado de imprudencia con la que haya ocurrido

El artículo 142 del Código Penal distingue entre la imprudencia grave y la imprudencia menos grave. Dentro de la imprudencia grave, además, están previstos dos subtipos agravados cuando hay una pluralidad de personas lesionadas o fallecidas.

El homicidio por imprudencia grave con resultado de muerte tiene lugar cuando se dejan de observar las precauciones y deberes más elementales de cuidado para prevenir un mal previsible en circunstancias normales, lo que no implica necesariamente que tal infracción deba ser consciente, ya que cabe tanto la imprudencia consciente como inconsciente. En este caso las penas de prisión van de 1 a 4 años.

La pena por imprudencia grave puede agravarse cuando se produce la muerte de dos o más personas o cuando se produce la muerte de una persona y lesiones graves en otras personas. En este caso las penas de prisión van de los 4 a los 6 años.

En caso de que haya dos o más fallecidos puede aplicarse el tipo súper agravado que conlleva penas de prisión que van de los 6 a los 9 años.

En el homicidio por imprudencia menos grave lo que se pena es la infracción de la diligencia debida cuando la norma de conducta que se infrinja no sea elemental. En este caso, son los jueces los que valorarán en el caso concreto si se trata de imprudencia grave o menos grave.

Las penas por delitos de homicidio por imprudencia menos grave son penas de multa que van de los 3 a los 18 meses.

Adicionalmente el Juez puede imponer penas accesorias a la de prisión, que estarán relacionadas con el instrumento con que se haya cometido el delito de homicidio. Las más habituales son la privación del derecho a conducir, prohibición de tener armas o inhabilitación para el ejercicio de una determinada profesión.

Homicidios imprudentes más habituales

“Los homicidios imprudentes más habituales son los relacionados con accidentes de tráfico o negligencias profesionales“

Los ejemplos más habituales de delitos de homicidio imprudente que se investigan en los Juzgados son los relacionados con accidentes de tráfico o con negligencias profesionales

Con frecuencia atendemos casos de personas (víctima e investigado) en relación a muertes por accidentes de tráfico, que a menudo responden a la imprudencia del conductor, bien por conducir bajos los efectos de drogas o alcohol, por despistarse de la carretera o saltarse las normas de circulación.

También hemos asesorado en casos de negligencia médica o negligencias en el lugar del trabajo donde no se toman las cautelas o diligencia debida a cada profesión o no se adoptan las medidas necesarias por el empresario y en consecuencia se produce la muerte de la víctima.

En todos los casos lo mejor es solicitar la asistencia de un abogado penalista para que pueda asesorarte desde el primer momento en la mejor estrategia a seguir.


Sobre el autor

Mi nombre es David Macías y como abogado penalista especializado en asesorar a empresas y particulares, puedo ayudarte en la acusación o defensa en diferentes delitos. Llámame desde el primer momento para que podamos definir juntos la mejor estrategia. #Abogado Penalista